3.11.19

El tiempo robado

Salas de espera
horas y horas vacías
relojes hipnóticos
silencios turbios
miradas tristes.
¿A dónde van los ríos de tiempo perdido?
Una línea roja en el suelo anestesia
y se lleva las prisas
Te agacha la cabeza,
te atonta,
te humilla como a las gallinas,
obligadas a seguir la línea del suelo
sin levantar la vista.
De vez en cuando pasan sombras sin nombres
siguiendo la línea…
Y el reloj imparable
devora las horas que las sombras dejan,
olvidadas,
en oscuras salas de espera.
Juana G. Linares