31.5.17

A Coruña (3). Mujeres



La ciudad seguía sorprendiéndonos. En nuestro deambular callejero encontramos numerosos nombres de mujeres desconocidas para nosotros o ligeros ecos semi escondidos en la memoria caprichosa.  



Y días después me propuse llenar de contenido esos nombres que aparecían en las esquinas de las calles:
La primera que quiero destacar de mis encuentros: María Barbeito (1880-1970)

Pedagoga, socióloga y escritora, destacada feminista, pero, sobre todo, representa la renovación pedagógica en Galicia.
Nació en A Coruña en 1880. Tras acabar Magisterio en 1901, obtuvo el número uno en la oposición y fue destinada a la Escuela Nacional da Guarda, que después dirigiría. Fue uno de los diez primeros inspectores maestros que se crearon en España en la República.
Becada por la Junta de Ampliación de Estudios en 1935, viajó por Europa para conocer las escuelas más avanzadas de distintos países y traer aquí sus aires renovadores. Introdujo el método de María Montessori en Galicia, del que solo había una experiencia en España, importado por María de Maeztu, vinculada a la Institución Libre de Enseñanza.
Defendió la existencia de una escuela única y pública, promovió la coeducación de ambos sexos, introdujo la música y la gimnasia rítmica en la enseñanza, puso en marcha comedores, roperos y colonias escolares y escribió a favor de la presencia de la lengua gallega en la escuela.
Notable escritora y denodada defensora de los derechos de la mujer, perteneció a la Real Academia Galega y al Instituto de Estudios Galegos. Publicó; “Más equidad” y “La mujer, antes, ahora y después”, el texto de una conferencia que dictó en la Agrupación Republicana Femenina coruñesa en 1934, cuyos avanzados postulados le valdrían una sanción en 1936. "Una selecta mentalidad del feminismo gallego", decía de ella el escrito acusatorio.
Estando en activo, predicó con el ejemplo y llevó a la escuela pública a sus dos hijos -Isabel Martínez Barbeito y Morás, que luego sería archivera y directora de la Biblioteca Municipal coruñesa, y a Carlos, destacado escritor y ensayista-.
Llevada por su marcado sentido de la justicia social -alejado de la idea de beneficencia-, fundó instituciones asistenciales como El niño descalzo o el Comedor y ropero Da Guarda y participó en la dirección de las Colonias Escolares para Niños Pretuberculosos, Cantinas Escolares Concepción Arenal, Junta de protección de la infancia, Gota de leche, la Casa Cuna y el Tribunal Tutelar de Menores. Fue la primera directora de la Asociación Concepción Arenal para la Protección y Rehabilitación del Preso.
Fue asidua colaboradora de la prensa española y extranjera, en la que publicaba artículos de actualidad sobre los asuntos de su interés: la educación, la justicia o el bienestar social, que también fueron objeto de varios de sus libros: Niños y educadores, Mejor ambiente educativo, Países y escuelas o Concepción Arenal. Breviario humano.
Su talante progresista le costó una campaña de difamación en la prensa en los años diez del pasado siglo y en 1936, el régimen de Franco acabó con su carrera: fue depurada y destituida de todos sus cargos y en 1941 fue sometida a la jubilación forzosa. A partir de entonces, se dedicó a la escritura y a traducir a escritores franceses.
La traducción fue uno de sus refugios cuando vio su carrera truncada. Alentada por sus hijos, tradujo, entre otras obras, Le livre de ma vie (El libro de mi vida), de la condesa de Noailles, cuya singular y atractiva figura literaria analizó en Prólogo.
Fuentes:

27.5.17

Carmen Linares interpreta un fragmento de "Andaluces de Jaén"

Carmen Linares interpreta un fragmento de "Andaluces de Jaén", de Miguel Hernández, en el homenaje que rindió la Feria del Libro de Sevilla 2017 al poeta.

Andaluces de Jaén,
aceituneros altivos,
decidme en el alma: ¿quién,
quién levantó los olivos?

No los levantó la nada,
ni el dinero, ni el señor,
sino la tierra callada,
el trabajo y el sudor.(continuación...)

José Sacristán: "Elegía Primera", de Miguel Hernández


Lectura de la "Elegía primera" escrita por Miguel Hernández a la muerte de Federico García Lorca. Interpretada por José Sacristán en la Feria del Libro de Sevilla el 24 de mayo de 2017

Atraviesa la muerte con herrumbrosas lanzas,
y en traje de cañón, las parameras
donde cultiva el hombre raíces y esperanzas,
y llueve sal, y esparce calaveras.

Verdura de las eras,
¿qué tiempo prevalece la alegría?
El sol pudre la sangre, la cubre de asechanzas
y hace brotar la sombra más sombría.

El dolor y su manto
vienen una vez más a nuestro encuentro.
Y una vez más al callejón del llanto
lluviosamente entro.

Siempre me veo dentro
de esta sombra de acíbar revocada,
amasado con ojos y bordones,
que un candil de agonía tiene puesto a la entrada
y un rabioso collar de corazones.

Llorar dentro de un pozo,
en la misma raíz desconsolada
del agua, del sollozo,
del corazón quisiera:
donde nadie me viera la voz ni la mirada,
ni restos de mis lágrimas me viera.

Entro despacio, se me cae la frente
despacio, el corazón se me desgarra
despacio, y despaciosa y negramente
vuelvo a llorar al pie de una guitarra.

Entre todos los muertos de elegía,
sin olvidar el eco de ninguno,
por haber resonado más en el alma mía,
la mano de mi llanto escoge uno.

Federico García
hasta ayer se llamó: polvo se llama.
Ayer tuvo un espacio bajo el día
que hoy el hoyo le da bajo la grama.

¡Tanto fue! ¡Tanto fuiste y ya no eres!
Tu agitada alegría,
que agitaba columnas y alfileres,
de tus dientes arrancas y sacudes,
y ya te pones triste, y sólo quieres
ya el paraíso de los ataúdes.

Vestido de esqueleto,
durmiéndote de plomo,
de indiferencia armado y de respeto,
te veo entre tus cejas si me asomo.

Se ha llevado tu vida de palomo,
que ceñía de espuma
y de arrullos el cielo y las ventanas,
como un raudal de pluma
el viento que se lleva las semanas.

Primo de las manzanas,
no podrá con tu savia la carcoma,
no podrá con tu muerte la lengua del gusano,
y para dar salud fiera a su poma
elegirá tus huesos el manzano.

Cegado el manantial de tu saliva,
hijo de la paloma,
nieto del ruiseñor y de la oliva:
serás, mientras la tierra vaya y vuelva,
esposo siempre de la siempreviva,
estiércol padre de la madreselva.

¡Qué sencilla es la muerte: qué sencilla,
pero qué injustamente arrebatada!
No sabe andar despacio, y acuchilla
cuando menos se espera su turbia cuchillada.

Tú, el más firme edificio, destruido,
tú, el gavilán más alto, desplomado,
tú, el más grande rugido,
callado, y más callado, y más callado.

Caiga tu alegre sangre de granado,
como un derrumbamiento de martillos feroces,
sobre quien te detuvo mortalmente.
Salivazos y hoces
caigan sobre la mancha de su frente.

Muere un poeta y la creación se siente
herida y moribunda en las entrañas.
Un cósmico temblor de escalofríos
mueve temiblemente las montañas,
un resplandor de muerte la matriz de los ríos.

Oigo pueblos de ayes y valles de lamentos,
veo un bosque de ojos nunca enjutos,
avenidas de lágrimas y mantos:
y en torbellino de hojas y de vientos,
lutos tras otros lutos y otros lutos,
llantos tras otros llantos y otros llantos.

No aventarán, no arrastrarán tus huesos,
volcán de arrope, trueno de panales,
poeta entretejido, dulce, amargo,
que al calor de los besos
sentiste, entre dos largas hileras de puñales,
largo amor, muerte larga, fuego largo.

Por hacer a tu muerte compañía,
vienen poblando todos los rincones
del cielo y de la tierra bandadas de armonía,
relámpagos de azules vibraciones.
Crótalos granizados a montones,
batallones de flautas, panderos y gitanos,
ráfagas de abejorros y violines,
tormentas de guitarras y pianos,
irrupciones de trompas y clarines.

Pero el silencio puede más que tanto instrumento.

Silencioso, desierto, polvoriento
en la muerte desierta,
parece que tu lengua, que tu aliento,
los ha cerrado el golpe de una puerta.

Como si paseara con tu sombra,
paseo con la mía
por una tierra que el silencio alfombra,
que el ciprés apetece más sombría.

Rodea mi garganta tu agonía
como un hierro de horca
y pruebo una bebida funeraria.
Tú sabes, Federico García Lorca,
que soy de los que gozan una muerte diaria.

25.5.17

A Coruña 2 El Modernismo

A Coruña experimentó un fuerte desarrollo económico a principios del siglo XX, que atrajo gran parte de la población rural que veía en la emigración solución a sus problemas. A Coruña se convirtió en el puerto de referencia de las comunicaciones con América, lo que produjo a su vez una ampliación del puerto, la llegada del ferrocarril, la concentración de instituciones públicas, la aparición de pequeñas industrias gráficas, asentamientos de comerciantes y banqueros… en resumen, un florecimiento económico de una burguesía que se tradujo en la construcción de edificios en el estilo modernista como se estaban construyendo en Europa y, más cerca, en Barcelona.
-Julio Galán Carvajal: Arquitecto de origen asturiano. Es uno de los arquitectos modernistas más prolíficos de A Coruña.



- La Casa Rey: Construída en 1911, con portal hacia la plaza de María Pita y Galerías hacia la Avda. de la Marina. Presenta una galería que combina, el vidrio, la madera, elementos de forja y cerámica vidriada, con un aspecto característico que destaca sobre el resto de las galerías de la Marina

 

A pesar de su aspecto un tanto sobrio para el estilo modernista, tiene una serie de elementos distribuídos de forma organizada y trabajados en gran detalle. Destacan los bustos femeninos, situados bajo los balcones.




-La Casa Cabanela,  1911


-Y la casa de la calle San Andrés 7. En realidad toda la calle de S. Andrés y la plaza de Lugo es una sucesión de edificios modernistas más o menos conservados.


-Ricardo Boán y Callejas: Arquitecto municipal, de origen cubano, considerado uno de los introductores del modernismo en A Coruña fue otro actor importante en la presencia de este modernismo en la ciudad.  Entre sus obras destacan un edificio situado en la calle de San Nicolás y construido en 1913. Sorprenden  sus amplios ventanales y el cuidado en los detalles, especialmente en el trabajo de la madera




Presenta también un busto femenino que hace de base a un balcón y se alinea con el dintel de la puerta.
 
 Estos rostros femeninos que apareces en muchos  edificios de esta época son ecos de Elisabeth Siddal (1829-1862), pintora, escritora, musa de los pintores prerrafaelitas ingleses, esposa de Dante Gabrielle Rosetti. Es el rostro femenino del movimiento con su pelo rojo, pero también una víctima de Rosetti que, obsesionado con su belleza, la encerró y la apartó de cualquier contacto con otros artistas hasta el punto que ella se suicidó a los 33 años. 


-Antonio López Hernández (1879-1950)


 
-Rafael González de Villar (1887-1941) Autor de El Kiosco Alfonso en 1912




 El florecimiento de la ciudad a inicios del siglo XX supuso una nueva visión hacia el exterior con esos luminosos edificios de cristaleras blancas abiertos al mar, como prolongaciones de esas popas de los grandes barcos que se perdían en el horizonte llevando y trayendo mercancias de América o del norte de Europa.
La ciudad experimentó un ensanche hacia el interior, mientras en la península quedaban, cada vez más escondidos los grandes caserones de la antigua nobleza rodeados de iglesias y cuarteles.

Toda la ciudad es una invitación a descubrir detalles arquitectónicos que individualizan y embellecen los edificios.