27.4.17

Escaleras

La triple escalera helicoidal del convento de Santo Domingo de Bonaval, en Santiago de Compostela, obra de Domingo de Andrade, data de finales del siglo XVII (1690-1715), un encargo del arzobispo fray Antonio Monroy


Domingo de Andrade ( Cee, 1639 – †Santiago de Compostela, 12-11-1712), fue un arquitecto español de la segunda mitad del S. XVII y comienzos del XVIII y principal promotor en Galicia del tránsito al barroco.


Es un ejercicio arquitectónico extraordinario: En realidad son tres escaleras independientes que conducen a celdas en distintas plantas. antes esas celdas eran independientes; hoy, al convertirse en Museo Do Pobo Galego, las dependiencias ya se comunican.


Las escaleras se cortan abruptamente y dejan el corazón confundido por el vértigo de los círculos dibujados arriba y abajo (el cielo, el infierno) y el ser humano colgado e incomunicado en esta escalera. 


 No deja de sorprender la contradicción implícita en este ejercicio matemático: construcción para unir plantas, espacios, y a la vez incomunicadas entre sí y conducentes al final a la nada. 

Pero su belleza subyuga, hipnotiza y nos lleva a la reflexión: también la arquitectura nos habla y mucho. 

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