Facebook me recuerda que el 23 de marzo de 2013 se celebró un emotivo recital de la poesía de Gertrudis Gómez de Avellaneda ante su tumba en el cementerio de Sevilla. Fue una mañana lluviosa, gris, melancólica, que se había conjurado para ser el escenario donde sus versos sonaran más auténticos, así, en la intimidad, como requieren los momentos mágicos.
Recuerdo ese día gracias a la actividad tan intensa y comprometida de Edith Checa, una mujer que dedicó una parte importante de su vida a la investigación y a la difusión de la figura de La Avellaneda. Hoy veo estas fotos y me emociona porque aparece Edith Checa feliz, vestida de época...Un año después fue el alma de la organización del Bicentenario del nacimiento de la autora.
Desgraciadamente el 23 de diciembre de 2017 Edith se fue a los 60 años de edad, víctima del cáncer. Hoy el conocimiento que tenemos de la vida y obra de Gertrudis Gómez de Avellaneda se debe, en gran parte, al estudio, la dedicación, la pasión de Edith Checa. La voz de mujeres recuperadas por las mujeres. La Avellaneda y Edith Checa unidas para siempre.
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