Los
ojos de Lara, que almacenan, bien ordenadas, todas las variaciones de
amor que la han rodeado desde que los abrió a este mundo. Si miramos con
atención podremos encontrar la alegría y la risa de Lidia, la
dedicación y las labores de Andrea, las ilusiones por la primera nieta
de sus abuelos, los colores fluctuantes de distintos cielos y de
montañas muy altas, los brillos de la emoción de las llegadas y
despedidas, las chispas gozosas de las risas desbocadas en medio de la
noche y el último color aportado por ese amor más reciente que la
acompaña en los últimos años
Fotografía: @iluminartefotografiadigital
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