Atraviesas los campos Castilla y León, Valladolid, Palencia con su tierra del pan, Burgos, y las extensiones de trigo llegan hasta el horizonte. Las cosechadoras van y vienen cargando tractores de la preciada semilla y rascacielos aparecen de vez en cuando al lado de los pueblos. Son los silos para almacenar los cereales. Y piensas que España no puede ser deficitaria en estos granos: trigo, cebada, maíz… Pues lo es: cada año el país tiene que importar el 50% del trigo que necesita y el 35% de maíz. Y esas cantidades se importan de UCRANIA. ¿Y qué pasa ahora? ¿Quién dijo que Ucrania nos quedaba muy lejos, que no es problema nuestro? Pues la guerra afecta directamente a todos los países que importamos sus cereales. Empieza la cadena: esos cereales suben su precio porque son el alimento de los animales que comemos, que a su vez subirá el precio de la leche y la carne, y del aceite, y de todos los derivados… de manera imparable.
¿Por qué digo esto? Hace tres años visité el oeste de Asturias y el paisaje, como años anteriores, era una sucesión de praderas verdes salpicadas de vacas blancas y negras o marrón claro que aprovechaban el verano tomando el sol y pastando de estos verdes intensos antes de volver a los establos de invierno.
Este verano he vuelto a los mismos lugares y me he encontrado todos los prados sembrados de alfombras de maíz que esconden los surcos de las carreteras y ocultan el horizonte. Las vacas ya no están en los prados sino en los establos y se las oye mugir desde la lejanía, tal vez añorando la libertad de movimiento de otros años, atrapadas en unos espacios que solo les permite estar de pie o de rodillas.
Pasear ahora por estos campos perfectamente roturados ha acabado con la mirada alta hacia lo lejos y ha acallado la variedad de cantos de los pájaros. Solo el rumor del viento frotando las hojas anchas de los maizales puebla la atmósfera, o el grito de una urraca aburrida en la copa de alguno de los castaños que permanecen en las orillas de la carretera atraviesa el aire.
Pregunto por este cambio tan radical y la respuesta es inmediata y clara: el precio de las semillas por culpa de la guerra de Ucrania
No hay comentarios:
Publicar un comentario