Apiarios
Visita a los apiarios
Aprovechamos esta mañana la disponibilidad y la amabilidad de Luis para hacer un recorrido por algunos apiarios donde tiene colocados grupos de colmenas. Mientras recorremos los caminos va contándonos cómo abandonó un buen trabajo en una gran empresa, se arrancó el reloj de su muñeca, colgó las obligaciones, los horarios, con la corbata y la chaqueta y se decidió a estudiar el mundo de las abejas en pleno parque natural de Montesinho, apegado a la tierra silvestre de un rincón de Trasosmontes. La vegetación, encinares (carrascos, azinheiras), robledales (carballos) y monte bajo salpicado de flores silvestres, ocupa todos estos montes y un perfume inunda el frescor del aire.
Las colmenas, están orientadas al sur, agrupadas ordenadamente en filas separadas para permitir el paso de la camioneta de trabajo, y aparecen clasificadas con sus números y elevadas del suelo. Ello permite el trabajo de los apicultores y las mantiene aisladas de la humedad. Luis sonríe mientras explica estos detalles y los métodos que ha ideado para seguir ordenadamente el trabajo con cada colmena. No todas son iguales, no todas producen la misma cantidad de miel, no todas las reinas son igual de productivas… y todo eso debe saberse cada vez que se acerca a una colmena a realizar el trabajo que requiere. Luis ha ideado su particular sistema de control con el fin de ser más eficiente y al mismo tiempo tener las mejores condiciones de trabajo, porque el principal objetivo es hacer bien las cosas que hay que hacer y disfrutar haciéndolas. Sus palabras son suaves y relajadas y nos recuerda las de su padre que le decían que “la mejor herramienta no es la mano, sino la cabeza”. Primero hay que pensar bien y luego poner en práctica lo pensado. Y así llega con su camioneta y las herramientas necesarias al pie de cada colmena y trabaja de pie, sin agacharse, por la parte de atrás de la colmena, con lo cual su espalda no se resiente; usa los mejores accesorios como los cuadros de cera donde las abejas fabricarán sus celdillas antes de llenarlas de miel. El resultado es una miel de una calidad excepcional, reconocida en varios primeros premios nacionales.
Y por último nos explica que ha plantado árboles frutales, entre las colmenas, como manzanos para que en primavera florezcan y embellezcan el espacio y en verano den su fruta. Nuestra ignorancia nos lleva a decir “ah para que haya más flores”, él sonríe y aclara “No, simplemente por estética, para que esté más bonito el apiario”. Ciertamente está más bonito y seguro que las abejas estarán más contentas.
De vuelta a la casa nos va mostrando las novedades del año: las grandes pinturas que adornan las paredes de distintos edificios como las paradas del autobús al borde de la carretera o algunas fachas del pueblo recordando antiguos oficios como los carboneros y los arrieros (“Os Picaburros”) Todo es fruto de su imaginación, propuesto a los ayuntamientos y aprobado por el vecindario. El resultado es un lugar cuidado, amable, sosegado, tranquilo e integrado en la naturaleza. Gracias Luis por tu ilusión y tu dedicación. #apimonte
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