27.8.20

La peste en Sevilla


 Volvemos a la epidemia de 1649 y sus efectos concretamente en Sevilla. Según cuenta el profesor Juan Ignacio Carmona, en su libro “La Peste en Sevilla”, editado en 2004, “hay suficiente información para hacer un seguimiento minucioso del curso de la epidemia de 1649 a lo largo de los 4 meses, desde abril a julio, que se dejó sentir con gran virulencia entre el vecindario. Son varias las relaciones y crónicas fiables que se conservan sobre dicho contagio(...) una de las más importantes Memorias de Sevilla de 1600 a 1678 cuya autoría no es fácil dictaminar aunque todo apunta a que el principal redactor del escrito fuese Andrés de la Vega vecino de Sevilla que regentaba en el año de la epidemia una tienda en la calle Francos (...) Como había sucedido en algún que otro caso precedente debido a su situación extramuros y al estar más en contacto en contacto con el transporte fluvial y el intercambio de mercancías, fue en el arrabal marinero de Triana donde inicialmente se empezó a sufrir el contagio con mayor violencia. (...)
El espectáculo macabro que se veía en el centro de afectados y en sus proximidades tuvo que ser realmente sobrecogedor (…) así se recoge en las Memorias de Sevilla:
“Muy en breve se armó un hospital y por la ayuda de muchas obras pías en el Hospital de la Sangre armaron muchas sillas que fueron conduciendo enfermos a dicho hospital y tantos que en poquísimos días recogieron 2000 más, que ocasionó que con morir tantos cada día, morían otros tantos en aquel campo, sin poder ser admitidos, que no había buque con ser tan grande el Hospital, que es de los mayores de España. Se llenó brevemente el hospital de enfermos. Asombraba ver los barcos llenos de heridos que para el cuarto de la cura traían de Triana. Los de la ciudad venían al principio en sillas, luego fue menester traerlos en carros, y tantos que cada parroquia tenía determinados los que necesitaba según la cantidad de los vecinos. Y aunque era el riesgo tanto, salía la gente a la puerta Macarena a ver la multitud de los que yacían en el campo esperando, o a que se les aderezase la cama, o a ocupar la de quien acababa de morir"(...)

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