27.8.20

La peste


 Días convulsos los que estamos viviendo. Días históricos que nos colocan ante una situación desconcertante que nos sobrepasa, nos aturde y nos transforma. En nuestra sociedad, esta generación nacida en el período democrático, no hemos vivido ninguna situación así directamente. Por eso aparecen reacciones, comportamientos, que nos sorprenden a nosotras mismas: el miedo, la incertidumbre, el caos, el exceso de información alarmista o todo lo contrario... Y en el desconcierto el egoísmo, la huida, el individualismo... Pero también la generosidad, la entrega, el altruismo más absoluto ofreciéndonos en cuerpo y alma para ayudar como sea... Y de pronto nos dicen que tenemos que parar, encerrarnos en casa y esperar a que pase el chaparrón. ¿Será suficiente o estamos en un callejón sin salida? Lo que sí es cierto es que situaciones semejantes han pasado en la historia e incluso están pasando en otras partes del mundo de forma más terrible como están viviendo la gran cantidad de refugiados que huyen de la guerra y la muerte directa en su país y que dejan sus vidas en el mar o ante las fronteras de unos países que les cierran las puertas y los tratan como apestados.
Vuelvo a lo que quería escribir: en el siglo XIV la ciudad de Florencia vivió el período más duro de su existencia con la peste bubónica... En el Decamerón, obra de Giovanni Boccaccio, se plantea la necesidad de sobrevivir a la misma: 10 jóvenes, 7 mujeres y 3 hombres deciden no hablar de la peste y ocupar los días de aislamiento contando cuentos. El resultado es esta recopilación de cuentos que convirtieron a Boccaccio en autor consagrado en nuestros libros de literatura.
Puede ser una buena propuesta hacer una lectura atenta de esta obra e incluso escribir unos relatos de nuestra actualidad que nos ayuden a conjurar nuestros miedos y angustias al mismo tiempo que nos hagan sentir acompañados aunque sea a través de estas redes virtuales. ¿Quién se anima?

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